Las aceras
¡Qué buen invento! Sirven para que transiten los peatones evitando ser atropellados por los vehículos. A veces sirven para que bicicletas y motocicletas circulen por ellas. Sirven para arrojar papeles y escupir en ellas.
A veces sirven de dormitorio a mendigos que al despertar dejan sus basuras sin recoger. Sirven para que tres o cuatro personas circulen juntas o se pongan a charlar formando un corro que impide el paso de otros viandantes que tienen que salirse a la calzada para continuar su marcha. Y, además, algunas veces sirven como pista de patinaje, con gran peligro para los peatones, sobre todo si son ancianos. Si el inventor de las aceras levantara la cabeza...
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