Negocios atípicos que despuntan en el medio rural
EMPRESAS
Un estudio de tatuajes en un municipio zamorano de mil habitantes o un centro de fisioterapia y psicología en un pueblo de cien vecinos, ejemplos de éxito empresarial al margen del sector agroalimentario en la España vaciada
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![Pedro Ferrero se dispone a hacer un tatuaje en un estudio en Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora)](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/03/30/Imagentatuador-mariam-RgsyOoXtJLxHQbpDqKyTs2M-1200x840@abc.jpg)
El número de habitantes siempre es un condicionante y supone un gran reto cuando se trata de abrir un negocio en el medio rural, pero hay casos de éxito empresarial que tiran por tierra cualquier estudio de mercado y a base de tesón y ... profesionalidad logran abrirse un hueco y resultar rentables pese al hándicap que supone el reto demográfico.
Dos ejemplos de ello se pueden ver en la provincia de Zamora, donde empresas que nada tienen que ver con el sector agroalimentario, que es el predominante, ni con el turismo, se han asentado en el medio rural, como es el caso de un estudio de tatuajes abierto en un municipio de un millar de habitantes o el de un centro de fisioterapia y psicología lo ha hecho en un pueblo de un centenar de vecinos.
En los poco más de cuatro años que lleva abierto su estudio, pandemia de por medio incluida, Pedro Ferrero ha hecho tantos tatuajes como el equivalente a que cada vecino de su pueblo se haya tatuado en una ocasión y la mitad de ellos hayan repetido. Evidentemente no todos lo han hecho y buena parte de su clientela la encuentra entre veraneantes descendientes de los pueblos de la zona y residentes en municipios de las provincias de Zamora y León que conocen su trayectoria. 'Rural Tatoo', nombre elegido para su estudio por este emprendedor de la Zamora vaciada, figura escrito junto a un logotipo formado por dos pistolas de tatuaje a la puerta de su centro de tatuajes de Santa Cristina de la Polvorosa.
Tras trabajar en una guardería en Asturias y como educador de calle en Zamora, un día Pedro Ferrero decidió arriesgar y dar rienda suelta a su verdadera vocación, el dibujo, pero sustituyendo el papel por la piel para los trazos. En estos cuatro años, según reconoce, trabajo no le ha faltado. «Decidí luchar por un sueño que fuera el mío y no podía ser en otro lugar que no fuera el pueblo», señala. Su negocio era «una locura que pudo salir fatal pero ha salido muy bien. Estoy encantado», comenta, para precisar además que entre sus clientes figuran personas de todas las edades, incluso una madre de 79 años a la que su hija acompañó para que se hiciera su primera impresión en la piel. También recibe peticiones de todo tipo, como un urinario que le pidieron tatuar porque era una obra de arte de Duchamp o «un triste cartón de leche», con lo que alude no a que resulte pobre ese dibujo sino a que el cartón debía expresar tristeza porque se trataba de una persona intolerante a la lactosa.
Más dedicación
Estar asentado en un pueblo también alguna ventaja, como la de poder dedicar más tiempo a cada uno de sus clientes y, como norma, no coge más de uno o dos encargos diarios con el fin de poder dedicar a cada tatuaje toda una mañana o toda una tarde.
Pero si difícil puede resultar triunfar en los negocios en un municipio de mil habitantes, más aún resulta hacerlo en una localidad de cien como ha hecho Blanca Calvo, que optó por abrir en una pedanía un negocio tan especializado como es una clínica de fisioterapia.
Esta fisioterapeuta que vivió en Zamora y estudió la carrera en Ponferrada (León) se fijó en el pueblo zamorano de su familia materna, Riego del Camino (95 habitantes), para abrir hace dos años 'El Árbol de la Vida', un centro de fisioterapia que lejos de fracasar ha ampliado sus servicios al sumar esfuerzos con una psicóloga que también ofrece su especialización profesional en las instalaciones.
Alejado de grandes núcleos de población y a mitad de camino entre Zamora y Benavente, en 'El Árbol de la Vida', de Riego del Camino, Blanca Calvo atiende a pacientes con todo tipo de necesidades de fisioterapia, pero especialmente con patología neurológica. En su mayoría son personas mayores y llegan de pueblos del entorno pero también los hay que proceden de otras localidades más alejadas, incluso de la capital zamorana, según explica.
Camino inverso
Con ella comparte el centro Lourdes García Junquera, especialista en psicología y trabajo social que ofrece psicoterapia dirigida a distintos grupos de población, así como servicios de rehabilitación neuropsicológica o terapias frente a traumas y fobias, entre otras. Ambas han hecho el camino inverso, de la ciudad al campo, para demostrar que pese a los mayores escollos, también un centro especializado llevado por profesionales de la fisioterapia y la psicología puede tener sede en el medio rural.
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